La hija menor de mi compañera Ana, tiene la fiesta de final de curso y de ciclo. Ana, que siempre ha confiado en mi creatividad repostera (la verdad que desde mis inicios en este mundo, la pobre siempre ha sido mi catadora oficial), me dijo que le gustaría que me encargara del pastel de final de curso. Sólo había una condición. Temática: blanco y negro y sencilla.
O sea que nos pusimos manos a la obra con Gisela y realizamos para los papás un pastel relleno de ganache de chocolate negro, cubierto con fondant negra y decorado con una foto en papel de azúcar de todos los alumnos de la clase.
Para los alumnos, como eran LOS PROTAGONISTAS, le comenté a Ana de hacer un pastelito individual para cada uno. Quedaron monísimos (aunque vuelvo a decir que no tuvimos tiempo de hacer una correcta sesión fotográfica). También estaban rellenos de ganache de chocolate negro. Pero estos los cubrí con fondant líquido. Era la primera vez que los hacía y según Ana estaban buenísimos. Esta técnica la aprendí en un curso que hize con Patricia Arribálzaga, de Cakes Haute Couture y la verdad que tenía ganas de probarla. Pues bien. Éxito total. Cada pastelito iba personalizado con la fotografia y el nombre del alumno impresa en papel de azúcar y sobre un marco de fondant.
Los papás de la clase "Dalí" de l'Escola Sant Martí de Cerdanyola, decoraron la sala y la mesa de blanco y negro. Ana hizo algunas fotos de la mesa de postres y nos las envió. Gràcies Ana i felicitats.
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